Dalí estaba loco. Loco pero brillante. Ojala pudiera decir que puedo mirar una obra de Dalí y saber lo que estaba pensando en el momento de pintarla. Sin embargo, aun después haber visto casi 200 obras suyas, estoy igualmente de confundida y desgraciadamente normal.
No soy experta en arte. Siempre me he preguntado qué es lo que buscan los estudiantes de historia del arte cuando miran fijamente un lienzo con salpicones de pintura. Pero creo que incluso los connoisseurs del arte tienen dificultad en interpretar los diferentes mundos imaginarios creadas por Dalí en cada obra. Tras dos horas viajando por todos estos universos paralelos en el Centro Pompidou, descubrí que la locura de Dalí es estimulante, graciosa, perturbadora e humilde. Porque te sientes un poco simple y normal cuando no averiguar a simple vista porque una cara enlaza con otra, o porque miles de hormigas se agrupan ahí, o porque unas piernas aparecen de la nada. Ya tengo dificultad en conjurar suficiente imaginación para escribir una entrada en mi blog, mucho menos crear una historia surreal e única cada vez que mi pincel toca un lienzo.
Pero como distinguimos entre lo “normal” y la “locura”, lo “ordinario” y lo “raro”? Dalí no era conocido por ser un pintor excepcional en su técnica. Era más bien conocido por ser excéntrico, empujar los límites de la creación y por imaginar conceptos que no habían sido aun creadas.
Quizás la originalidad absoluta era más fácil de lograr en su época? Hoy en dia parece que todo ya ha sido pensado, inventado y comunicado. Internet, redes sociales y comunicación de masas han hecho que las ideas sean tan accesibles que incluso las más brillantes y locas se convierten eventualmente en algo “normal”. Dalí, sin embargo, permanece inimitable. Intocable. Este es el segundo homenaje que el Centro Pompidou en París rinde al artista, y permanece tan impresionante como en su primer retrospectiva hace 30 años.
Dali Exhibit
21 November 2012 - 25 March 2013
en:
Le Centre Pompidou
19 Rue Beaubourg
75004 Paris
(metro: Rambuteau)
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