La semana acaba de empezar pero ya estoy deseando que llegue el domingo. Los domingos suelen ser tristes y duros porque te das cuenta de que el lunes se acerca, que significa que realmente tienes que lavarte el pelo y poner la alarma. Pero desde que me mudé a París he aprendido a saborear y disfrutar de los domingos. Domingo significa dormir hasta tarde, visitar algún museo o exposición y lo más importante… brunch!
Brunch es una tendencia en París. Ya no es solo una excusa para comer más calorías de lo normal, mientras que te convences de que estas juntando dos comidas en una. Brunch en París es una excusa para reunir toda la familia, o juntarse con amigos de arrondisements lejanos. Es una excusa para probar algunos de las ofertas culinarias de París, cada vez mas eclécticas.
Dado que seguimos en enero, el mes quizás mas difícil para mantener las resoluciones, seria cruel resaltar un sitio que ofrece croissants mantecosos, muffins, huevos fritos y bacon sin fondo. Así que en su lugar, seré amable y hablaré sobre Nanashi.
Conocido como le bento parisien, Nanashi es la formula sana, detox del brunch. Los interiores simples y minimalistas reflejan su comida fresca y simple. La enorme pizarra que decora las paredes blancas, cambia a diario y según la oferta de la temporada en los mercados. Y aunque apreciaba su menú muy apto para vegetarianos, Nanashi proporcionaba opciones para los amantes de la carne y el pescado también.
En el menú aquel día? Una hamburguesa de tofu en una salsa dulce-avinagrado, acompañado de una explosión de color en forma de ensalada, y todo perfectamente encuadrado en una los compartimentos de la caja bento. El zumo del día, recién exprimido, estaba hecho de naranja, zanahoria, apio, manzana, menta y lima, todo orgánico y decorando la entrada del restaurante en cajas de madera. Y como los compañeros de piso siempre están para compartir, caímos rendidos al menú de postre, compartiendo el bizcocho de zanahoria y el fondant de chocolate con yuzu. Sorprendentemente, los dulces dejaban algo que desear, mientras que el plato principal era una mezcla impecable de sabores, desacreditando que la comida vegetariana es “sosa”
Un plus del sitio? La simpatía de los camareros. El
nuestro era un hipster escabroso con barba que fue extremadamente paciente con
nuestra indecisión e inexperiencia ante el concepto del brunch. Diferente a
muchos otros camareros, él sonrió cuando le hicimos repetirse, y no le
importaba volver varias veces hasta que finalmente nos decidimos. Por esto no
es de extrañar que parejas jóvenes con niños pequeños elijan tomar el brunch aquí,
mezclados entre parejas de gorras de lana y grupos internacionales. Los
camareros franceses no siempre son tan amables… pero eso lo dejaremos para otra
entrada, otro día.
Nanashi
57 Rue Charlot
75003 Paris







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