lunes, 21 de enero de 2013

READY FOR A RE-LAUNCH


Es enero 2013 y como suele pasar en el primer mes de cada Nuevo Año, es hora de nuevos retos, resoluciones, o simplemente nuevos comienzos. En este caso, estoy “relanzando” mi blog. Aunque no estoy segura todavía del nuevo camino que va a llevar, si estoy segura de que será diferente, un reto y, más importante, lleno de escritura. Y comenzamos con un nuevo nombre (y url): 'A Wanderer's Path'

Mudarse a un sitio nuevo, como hice hace solo 4 meses, es aterrador,  emocionante, estresante y revelador. Como muchos jóvenes diplomados, terminé mis cuatro años de estudios sin futuro trabajo; sin ni puñetera idea de qué hacer después…

Así que decidí espontáneamente un día este verano que me mudaría a París  Cambiaría de aire, me apuntaría a clases de francés, aprendería un tercer idioma y de paso encontraría trabajo. Cualquier trabajo. Uno que me permitiría vivir en una de las ciudades más románticas y clichés (y caras) del mundo. Ese caluroso día de julio me arriesgue. No iba a sentarme esperando que apareciese un puesto de trabajo en el inbox de mi Gmail – sobre todo cuando, en estos tiempos, no “aparecen” los trabajos en España. Cuando arrastré mi maleta de 50 kg por demasiados empedrados, un día nublado-con-probabilidad-de-llovizna 17 de septiembre, no tenía ni idea de lo que iba a hacer después.

Y veréis, esto es el tema: siempre he sido una planeadora. Orientada hacia los objetivos. Es lo que me mantiene motivada; lo que me hace sentir útil e importante. Pero he aprendido (y sigo en ello) que teniendo demasiados planes y caminos estructurados solo conlleva a decepción e desasosiego con el cambio. Fui muy afortunada en encontrar cuatro compañeros de piso increíbles, con los que encontré un piso igual de increíble en le Marais. Hice amigos de Corea, Brasil, Japón y México  en una clase de idiomas de lo más variopinto. Encontré trabajo en un boutique, que me obliga a hablar francés todos los días (y que prueba mi paciencia con la gente como nada). Nada de esto fue planeado antes de irme de casa. Lo máximo que tenía era una reserva de 5 días en un albergue juvenil del bullicioso Bastille.

Parece ser que “ambular” un poco (traducción del nuevo nombre del blog “wandering”) tiene sus ventajas. Aunque hubo momentos en las que tenia envidia de mis compañeros por tener una carrera tan bien encaminada, he descubierto que todo lo que me ha sucedido hasta ahora, ha surgido por no tener un camino fijo. He llegado más lejos en estos tres meses de lo que jamás había imaginado. Y he cambiado de opinión sobre muchas cosas unas mil veces. Creo que yo misma he cambiado en algunos sentidos. “Wanderers” no solo van de un lado a otro físicamente, sino se mueven intelectualmente también. Sus gustos, opiniones y visión del mundo cambian; y sobre todo porque el camino de un “ambulante” nunca es certero.

Es cierto, he sido vaga en algunos sentidos; más que nada en mi blog. Podría haber estado escribiendo sobre todas mis nuevas experiencias y haberlas compartido con la gente a quien le importa. Pero me vi envuelta en todo el cambio de manera que mi blog de repente se hizo irrelevante a mi nuevo comienzo. De lo que no me di cuenta antes es que, de manera que es tan fácil cambiar de ideas sobre lo que quieres hacer en la vida, incluso cambiar tu mismo; es aún mas fácil cambiar un blog para hacerlo como quieras.

Así que esto es donde mi antiguo blog acaba y el nuevo empieza. Aunque parece igual (algunos cambios estéticos son inevitables) su contenido será diferente. París, o cualquier sitio a donde me lleve mi camino,  pueden ser un cliché o experiencias únicas en la vida. Así que tengo que asegurarme de documentarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

newer posts older posts home