
Hicimos estas fotos durante un viaje de Semana Santa en
una vieja estación de un pequeño pueblo. Y me puse nada menos que los
pantalones de flores que ya están por medio mundo y que casi todas las
blogueras ya tienen. Vamos, que me encantaría tener unas piezas florales de
Mary Katrantzou, pero como en  estos momentos no estoy ni casada con
un príncipe Saudí ni empleada, tendré que conformarme con la
segunda mejor opción. 





