Este pasado jueves, cogí el
autobús desde el campus hasta la parte mas glamurosa de Madrid, donde me sentí
como realeza en la compañía del gran maestro del vestir: Yves Saint
Laurent.
Bueno, vale, no era
exactamente una tarde con el personaje, como el mundo perdió al gran visionario
en 2008; pero si fue una tarde en compañía de su increíble patrimonio, sus mas
bellas creaciones exhibidas por la Fundación Mapfre y la Fondation Pierre
Berge, su pareja leal de toda la vida.
Era una retrospectiva del
maestro del traje de tres plantas y con mas de 141 conjuntos, representado a Saint
Laurent en cada uno de sus estilos y momentos del diseño.desde su
primera colección, Trapecio, para Dior, hasta el mítico
vestido de cocktail de Grace Kelly, hasta sus espectaculares
creaciones de haute couture que te mezmeraban.
Sin embargo, Yves Saint
Laurent no era solo un genio del harte couture. En la realidad, el
recreo como las mujeres se vestían, e hizo que el muy actual trend de
"vestir como un hombre y seguir siendo chic" sea tan copiado en todo
el mundo. El cogió el traje masculino, le dio un corte mas femenino, se centro
en la elegante figura de la mujer y introdujo los primeros pantalones para
mujer que las hicieran sentirse sexy. Sus colecciones eran consideradas
"escandalosas" en muchas ocasiones en el pasado, pero esta claro que
el hombre sabia lo que hacia. Aparentemente era un hombre bastante tímido y
reservado que se escondió en algún sitio del backstage durante la pasarela de
su primera colección. No quiso salir hasta que estuvo re-asegurado de los
aplausos y aprobación del publico.
Otra parte de la exhibición
que gustaba a los visitantes (incluso al periodista Boris Izaguirre,
al que vi también disfrutando de las creaciones) era la maqueta del estudio de Laurent,
y las muestras sobre el proceso del diseño. Sin embargo, la parte de la
exhibición que atrajo mas exclamaciones, fue el vídeo del final en la
que se presentaba la ultima pasarela del diseñador en 2008 en París. Era
increíble ver todas las prendas expuestas en los
maniquíes, moviéndose en la pantalla sobre mujeres de verdad.
En realidad, estaba tan
bien hecha la exposición que volvería una y otra vez. Mi única queja: la falta
de mas idiomas en todo la exhibición. Venga Madrid, sabemos que el español es
una lengua hablada en muchas partes, pero había varios grupos de franceses que
no entendían nada sobre un diseñador de su propio país! No puede costar tanto
coger a unos traductores para contar la historia de Saint Laurent en mas
idiomas...







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